Florian llegó a Mazunte en 2018 y nunca se fue, probablemente porque el océano, la selva y la profunda quietud de Hridaya Yoga no le dejaron. Desde entonces, ha estado sirviendo y enseñando en Hridaya durante todo el año, compartiendo su amor por la meditación, la Indagación de Uno Mismo y la magia transformadora de una buena y lenta práctica de Hatha Yoga.

Buscador (y realizador) desde hace mucho tiempo, Flo se sintió atraído por Hridaya dado que entrelaza de manera muy hermosa diferentes tradiciones espirituales, que apuntan todas a una misma verdad inefable: la realización del Corazón Espiritual. Le fascinan las enseñanzas de Ramana Maharshi, el poder del silencio y la alquimia de la sublimación de la energía (sí, transformar energías inferiores en superiores—sin necesidad de laboratorio).

Cuando no está en su tapete de yoga, es posible que encuentres a Flo hablando con animales (especialmente con gatos), contemplando la existencia con un toque poético o simplemente disfrutando de la vastedad del Ser. Sobre todo, encuentra alegría en guiar a otros hacia sus propios descubrimientos, ofreciendo una presencia constante y un recordatorio de que, en última instancia, todo se trata del Amor.