Por Sunny Rucker
“El regalo para cada niño en el mundo debería ser una sensación de asombro tan indestructible que duraría toda la vida”. – Rachel Carson
Educando el corazón
A través del Departamento de Desarrollo Comunitario compartimos las enseñanzas de Hridaya en las escuelas locales por medio de una iniciativa llamada Educando el corazón. Visitamos a los estudiantes de diferentes niveles como son jardín de niños, primaria y secundaria, llegando al corazón de aproximadamente 175 estudiantes cada semana.
Jardín de niños: Enseñanzas centradas en el Corazón para niños de 3 a 6 años
Nuestro programa en el jardín de niños fluye de manera natural, gracias al profundo y maravilloso instinto de los niños de vivir con el Corazón Abierto. Nuestras clases semanales tienen como objetivo concientizar sobre el Corazón Espiritual y darles las herramientas necesarias para que vivan desde un lugar de amor, concentración y calma. ¡Los niños del jardín de niños tienen entre 3 y 6 años edad, por lo que el programa requiere mucha imaginación, creatividad, y diversión! Los estudiantes envían “arco iris desde el corazón” a familiares y amigos, y han escrito canciones únicas que generan energía de sanción para ellos y para todos. Los niños también aprendieron a hacer saludos al sol y nadi shodhana pranayama.
Programa de estudio: Conexión, compromiso y mucha diversión
Cada clase comienza con todos los niños creando un círculo de una manera lúdica. Compartimos cómo nos sentimos, quizás, un recuerdo favorito o la comida más deliciosa que hemos comido, lo que nos emociona y lo que más nos gusta hacer.
Después de compartir, comenzamos a hacer expansivo el amor a través del círculo, por medio de un apretón de manos, haciendo un tren de masajes, cantando canciones, o transmitiendo amor en el corazón de nuestros amigos. Una vez que todos estamos lo suficientemente conectados, comenzamos a llevar nuestra conciencia al Corazón. También aprendimos la técnica Sufí llamada “soplar sobre las brasas del Corazón” y en caso de que haya un energía más inquieta en el salón, podemos enviar bendiciones o hacernos conscientes de nuestros latidos.
Cuando pasamos al cuerpo físico, hacemos estiramientos de pareja, o saludos al sol con alguna canción divertida; siempre animando a los niños a estirar sus cuerpos de manera intuitiva.
Algunas veces jugamos con nuestras divertidas tarjetas que tienen asanas, las cuales están asociadas con un animal interesante que nos invita a platicar. Cuando nos sentimos mas inspirados, abordamos diferentes temáticas, como los chakras por ejemplo. También incorporamos unos minutos de pranayama cuando los niños están más tranquilos. Nadi shodhana, sama vritti y maha yoga pranayama son las técnicas que más utilizamos, pero también respiramos en diferentes partes del cuerpo y les enviamos amor y luz. En otros momentos soplamos burbujas, apagamos velas y contamos los segundos con nuestros dedos.
Para cultivar un amor por la meditación y la concentración practicamos llevar nuestra atención al espacio entre los pensamientos. También realizamos microprácticas tibetanas, como evocar la experiencia de estar “tan abierto como el cielo”, “brillar como una llama” o “radiante, lúcido como un cristal”. ¡Incluso hemos hecho trataka con la llama de una vela!
Para alimentar la imaginación, visualizamos el sol en nuestro pecho o una luz sanadora que se mueve a través del cuerpo. Usamos vendas para los ojos e identificamos objetos y olores. Nos imaginamos a nosotros mismos como animales o plantas y dibujamos nuestras emociones o sensaciones en correlación con el lugar donde las sentimos.
Complementamos el plan de estudios con algunas actividades más holísticas, que incluyen habilidades sociales, actividades de coordinación y conciencia ambiental como llevar toda nuestra atención a la Tierra, la que sustenta nuestras vidas. La clase siempre termina con un shavasana corto, una sesión de Yoga Nidra o una canción de despedida.
¡Involúcrate!
Si te sientes inspirado para apoyar nuestro programa de jardín de niños, compartiendo tu tiempo y habilidades o contribuyendo financieramente, ponte en contacto. Nos encantaría saber de ti.