¿Cómo puedo bailar ante la impermanencia de la vida?

P: ¿Cómo puedo bailar ante la impermanencia de la vida?
R: Primero, simplemente permite que la danza de la vida se desenvuelva en ti; después de un tiempo, puede que veas el juego de la transitoriedad de la vida revelar el secreto de la Estabilidad Última…

Shiva Nataraja bailando en tu corazón

La verdadera danza no es aquella de emociones fluctuantes y pensamientos erráticos, sino el terreno vibrante del cual todas estas inconsistencias, el reino de dualidades opuestas como el placer y el sufrimiento, surgen y en el cual son abrazadas.

Shiva Nataraja, la Conciencia bailando consigo misma, en tu corazón, es el Verdadero Danzante.

La belleza de la danza yace no solo en el movimiento, pero en la mágica apertura en la cual el cuerpo, las sensaciones y la mente suceden en un sentido más amplio de uno mismo, un sentimiento de totalidad…Similarmente, en el viaje de un alma consciente, lo que considerabas que eras, es visto tan solo como una expresión flotante de lo que eres en realidad. Es una ruptura hacia la verdadera Presencia, al Corazón completamente abierto, que es la causa del tiempo y el espacio. Esta es la verdadera danza de la vida.

La gracia de los extremos

La esencia de la danza es la gracia, que es un abrazo de los extremos. Un danzante “gracioso” es aquel que conoce el arte del balance…Gracia significa encontrar abundante armonía en donde previamente sólo había esfuerzo y tensión. Es un radiante y consciente poder que transforma cualquier tendencia excesiva con la belleza de estar centrados…en el Corazón.

Para danzar con la Tierra, el cielo se convierte en lluvia. Esta celebración tan llena de gracia y gozo, hace que la vida emerja. El Taoísmo nos enseña que los extremos crean opuestos. No se trata de evitar los extremos, sino de traerlos a la luz del Centro.

¡Encuentra el balance del Centro y vivirás en armonía! Vivir de esta manera es la danza.

Devoción a la conciencia del Corazón

Un bailarín profesional fácilmente puede aprender nuevos estilos de baile, debido a un flujo y una facilidad del cuerpo y la mente que se han convertido en su segunda naturaleza. De la misma manera, la constante consciencia del Corazón te da un sentido natural de balance, gozo y gracia en el baile de la vida.

El Centro danzante

El baile nos muestra un equilibrio dinámico. Se desenvuelve en un flujo-balance, no en un punto estático. El movimiento de un punto de balance al otro, del centro hacia el centro, se convierte en sí mismo un fluído Centro Danzante.

El flujo de consciencia que se mueve como el río Ganges está limpiando tu alma.

Observa el spanda – el vivo palpitar del entusiasmo, una danza ritualista en el Corazón invocando a Dios, el Amado – y así entrégate a una transparencia más profunda.

Toda dificultad surge de una desorientación mental, de una falta de gracia. Cuando eres Conciencia-Danzante, ves, sientes y escuchas, solo este juego de la Conciencia.

El ciego y el bastón de danza

Evoca la imagen de un ciego con su bastón. Cada paso es una entrada constante a un espacio desconocido mientras que el bastón oscila en una danza entre los extremos – de izquierda a derecha, tocando posibles obstáculos. Lo que esta persona quiere percibir no son los obstáculos, sino el espacio entre ellos, el vacío – que es la libertad. De manera similar, la conciencia, oscilando entre los pensamientos y los límites, honra al Centro, al Corazón…

Tal danza consciente llena los espacios entre samsara y nirvana; sucede ahí, en los extremos…trayendo sacralidad a todo aquello con lo que bailamos…

¿Cuándo fue la última vez que bailaste así?

“Puesto el viento ama llamar a las cosas a bailar,
Ojalá que tu gravedad sea aligerada por la gracia.

Puesto el tiempo permanece libre de todo lo que contiene,
Ojalá que tu mente se mantenga libre de todo aquello que nombra.

Que tu oración de escucha se profundice lo suficiente
Para escuchar en lo profundo, la risa de Dios.”
–John O’Donohue

Por Sahajananda, el fundador de Hridaya Yoga.