Experimenta la Quietud. Despierta tu corazón. Únete al Retiro Hridaya de meditación en silencio de 3 días.
“Descender con la visión y ascender con la conducta. Es indispensable practicar ambas como una sola”.
–Padmasambhava
La razón que subyace al Proyecto de Comunidad Hridaya es la aspiración de crear mejores condiciones para que más y más personas revelen su verdadera Naturaleza: el Corazón Espiritual.
Muchas escuelas de Yoga y meditación se centran fundamentalmente en los aspectos técnicos de la práctica. A menudo, las formas en que las técnicas reverberan en la vida diaria se ignoran debido a la dificultad de inspirar y enseñar a las personas en situaciones de la vida real. Esto se puede realizar de forma mucho más sencilla en una comunidad espiritual.
Sin embargo, en las comunidades espirituales en las que se carece de enseñanzas y prácticas formales puede haber ciertas limitaciones.
Es cierto que a las personas les gustan las comunidades agradables en las que se puedan “sentir bien”, compartiendo las mismas aspiraciones, principios, ideas, etc. Sin embargo, incluso en esas condiciones puede existir el riesgo de estancarse en un plano horizontal, sin suficiente dinamismo espiritual ni eficacia.
Este problema se puede solventar fácilmente si se ofrece un apoyo a través de una práctica habitual, como el que se enseña en una escuela de Yoga y meditación.
Por tanto, una escuela de Yoga y meditación (las enseñanzas y prácticas espirituales) y una comunidad espiritual han de constituir las dos alas de un pájaro. Se apoyan y equilibran la una a la otra para aportar una transformación espiritual real.
La Comunidad Hridaya prioriza un enfoque espiritual centrado en la autoindagación, la quietud, el amor y la alegría, fomentando profundos valores internos en lugar de centrarse en interacciones sociales superficiales. En lugar de integrar la espiritualidad en la vida cotidiana, reintegramos la vida cotidiana a la espiritualidad, enfatizando que el océano contiene las olas, y no al revés.
Nuestra comunidad se apoya en un grupo básico de personas espiritualmente maduras que encarnan la transformación profunda y la conciencia del momento presente. Estos pilares de la comunidad, incluidos profesores y administradores, lideran con el ejemplo, con el corazón abierto, humildad y dedicación al Karma Yoga, la meditación y el yoga. Su presencia inspira a otros a adoptar valores similares, creando un entorno espiritual radiante y auténtico.
Nos respetamos mutuamente más allá del papel que cada quien desempeñe, apreciando los dones que cada persona puede aportar, alentando la belleza y el poder creativo inherente que reside en cada alma. De este modo, el amor real puede crecer.
Estimulamos la espontaneidad, la cual otorga libertad, frescura y un carácter dinámico a la escuela y a nuestras relaciones.
Somos inclusivos. En tanto que exista una verdadera aspiración por la transformación, incluso personas con problemas morales y psicológicos son también bienvenidas. Ya se ha demostrado que la comunidad es un entorno propicio para que personas con traumas y bloqueos psicológicos puedan sanar. Pero, para constituir tal soporte, la comunidad en su conjunto ha de ser suficientemente sólida en su capacidad para irradiar compasión y equilibrio.
Incorporamos el entusiasmo a nuestra vida. Tanto el sentido del trabajo como el de la práctica se concentran no sólo en la cantidad, sino en la cualidad, y, por tanto, la conciencia, la inteligencia, el amor y la creatividad están presentes. Una comunidad se arriesga a padecer una rápida degeneración si sólo se concentra en la cantidad y asume un estilo tipo franquicia en el que se ignoran las especificidades.
En la Comunidad Hridaya, el brillo del Corazón es la única autoridad. La autoridad temporal que otorga un papel administrativo fluye desde esta comprensión, desde este amor. Y el amor constituye la autoridad suprema.
Tenemos la profunda convicción de que una educación significativa ha de emanar del amor. De este modo, las personas “aprenden” humildad, honestidad y la perspectiva no dual de la meditación y el Hatha Yoga porque la aman.
Esto significa que esencialmente sólo existe el ámbito del Corazón. Una verdadera comprensión de este principio nos permite aplicarlo a todas nuestras actividades.
Apertura que se manifiesta tanto a nivel interno como externo.
Amor, aspiración, bondad (amabilidad, perdón), compasión, coraje, entusiasmo (alegría), generosidad (caridad), gratitud, humildad, intención pura, paciencia (tolerancia, indulgencia, ecuanimidad), perseverancia (diligencia, disciplina), sabiduría y sinceridad (honestidad, veracidad).
Aquí no estamos aprendiendo a asumir un nuevo papel o posición, sino a ir más allá de éste.
Constituido por el Conocimiento Verdadero, el jñana, que es asimismo el brillo del Amor, la bhakti.
Como sea que lo llames, es eso lo que te llama a mirar hacia dentro.
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