Los chakras
Frecuencias en el océano universal de energía
La palabra sánscrita chakra significa “plexo”, “rueda” o “vórtice” Se refiere a varios centros de la anatomía sutil del ser humano. Cada uno corresponde a un nivel diferente de conciencia. Los chakras son conocidos por diversos nombres, entre los cuales destacan: centros pránicos, centros psíquicos, centros psicoenergéticos y centros cerebroespinales. La tradición yóguica hace referencia a diferentes sistemas de chakras, de los cuales el sistema de seis chakras es el más popular.
Los seis chakras son:
- Muladhara
- Svadhisthana
- Manipura
- Anahata
- Vishuddha
- Ajña
Se hace referencia a un séptimo centro, el sahasrara, pero no se considera un chakra. Esto se debe no solo a la totalidad de la energía que representa, sino también a que se considera “el asiento de Shiva” y “la morada de la Conciencia Suprema”; expresa no solo energía inmanente, sino también trascendencia.
El sistema de los seis chakras puede verse de dos maneras:
- Una herramienta para comprender los diferentes niveles del ser humano, de lo burdo a lo sutil, y
- Una herramienta para desarrollar la conciencia.
Cada chakra representa un nivel de conciencia
Los chakras son frecuencias específicas en el océano de energía universal y se definen por energías específicas, el prana y distintas actividades psicológicas y mentales. En otras palabras, cada chakra muestra un cierto poder y un nivel diferente de conciencia individual. Al usar el sistema de los seis chakras, podemos descubrir a través de la experiencia directa que el macrocosmos (el Universo) existe dentro del microcosmos del ser humano. También podemos ver los chakras como “dispositivos” que reciben y emiten energía e información en diferentes frecuencias.
El sistema de los seis chakras puede verse como una representación simbólica del progreso espiritual de un ser humano, desde el nivel más instintivo (asociado con el chakra muladhara) hasta el más elevado (asociado con el chakra ajña). El sahasrara es la expresión de la totalidad y de la Conciencia Suprema.
Desde la perspectiva de Hridaya Yoga, los chakras pueden verse en correspondencia con los diferentes niveles de identificación del aham vritti (el sentimiento del “yo”), desde el más sutil (relacionado con el chakra ajña) hasta el más material (relacionado con el chakra muladhara). Podemos decir entonces que la ascensión de la Kundalini (el potencial de energía universal en nuestro ser) a través de los chakras es el proceso gradual de desidentificación del sentimiento del “yo” de diferentes capas inherentes a la existencia en forma humana.
Por lo tanto, el despertar de un chakra provoca el florecimiento de las energías asociadas a ese nivel y un proceso gradual de desidentificación de cualquiera de los aspectos relativos conectados a las energías de uno u otro chakra.
Chakra muladhara: el chakra raíz
En sánscrito, mula significa “raíz” o “base” y adhara significa “sustrato” o “soporte”. Por tanto, la palabra muladhara significa “el sustrato básico” o “el centro de apoyo”, refiriéndose a su característica de ser el centro cimentador del ser humano. Se trata del primer chakra, ubicado en la zona del perineo. Constituye el asiento de la vitalidad (la “batería” del ser) y está en sintonía con las energías de la Tierra y las fuerzas mecánicas como la gravedad.
Desde la perspectiva de Hridaya Yoga, este es el nivel en el que el “yo” se identifica con el cuerpo físico y con la existencia individual en forma física. Esta identificación burda del sentimiento del “yo” es la raíz de todos los atributos relacionados con el chakra muladhara, como el egocentrismo, el deseo de tener alimento y refugio, la acumulación de bienes materiales, dinero, amigos, etc.
Características del chakra muladhara:
- Ubicación: el punto desencadenante se encuentra en la base de la columna. El área de reflejo es la región entre el ano y los genitales.
- Tattva (el elemento): la tierra.
- Color del elemento: amarillo; amarillo arcilla.
- Sentido: el olfato.
- Órgano sensorial: la nariz.
- Órgano de acción: el ano.
- Aspectos: supervivencia (alimento y refugio), seguridad y conciencia o concentración física; en el nivel psicológico, gobierna la voluntad de sobrevivir, el estado interior de seguridad, el arraigo a la tierra, la comodidad física, el deseo de posesiones materiales, el sentimiento de seguridad material, el sentimiento de pertenencia a un grupo y la identidad de grupo (familia).
- Palabras clave: vida, energía potencial y rigidez.
- Otras características: pesadez, fuerza inerte, paciencia, pereza, estabilidad y lentitud.
Este chakra es muy activo en los primeros años de la infancia, cuando aprendemos a regular nuestros patrones de comer, beber y dormir para asegurar nuestra condición física. Gobierna el sistema esquelético y el tracto digestivo inferior.
Chakra svadhisthana: el chakra sacro
En sánscrito, sva significa “propio” o “yo”, y adhisthana significa “morada”, “residencia” o “asiento”. Por lo tanto, la traducción literal de svadhisthana es “la propia morada”, refiriéndose al hecho de que, según la tradición yóguica, este chakra es el almacén de la mente inconsciente. Éste, el segundo chakra, representa el lugar donde se solidifica el sentimiento de un ser humano como entidad individual. El svadhisthana confiere sintonía con la energía del agua y las fuerzas magnéticas, supervisa nuestros instintos (incluidos el hambre y el sexo) y confiere sensibilidad y conformismo social.
Este chakra está asociado con el impulso predominante de buscar los placeres personales ofrecidos por los sentidos: comer, beber, hacer el amor, etc. Desde la perspectiva de Hridaya Yoga, este es el nivel en el que el sentimiento del “yo” se identifica con el placer de las sensaciones.
Características del chakra svadhisthana:
- Ubicación: el punto desencadenante es la tercera vértebra del sacro. El punto de reflejo es el hueso púbico, dos dedos arriba de los órganos sexuales.
- Tattva (el elemento): apas tattva (el agua).
- Color del elemento: blanco plateado.
- Sentido: el gusto.
- Órgano sensorial: la lengua.
- Órganos de acción: los genitales.
- Aspectos: autogratificación, disfrute de los sentidos, sensualidad e interconexión con el medio ambiente.
- Es el asiento de la creatividad, la imaginación, las emociones y la fantasía.
- A nivel físico, gobierna el sistema reproductivo, los riñones, el sistema urinario y el elemento agua en el cuerpo.
- Función en el cuerpo: coordina los instintos (hambre, sed, sexo, sueño, etc.) y confiere sensibilidad, imaginación, fantasía y creatividad.
- Función especial: vitalidad, energía, sexualidad y conformismo social.
- Otras características: seducción, pasión, celos, deseo y posesión.
Chakra manipura: el chakra del ombligo
En sánscrito, mani significa “gema” o “joya” y pur significa “ciudad”. Por lo tanto, la palabra manipura se puede traducir como “la ciudad de las joyas”, en referencia a la intensidad del prana (energía) en este nivel. Conforma el tercer centro energético del cuerpo humano y se sintoniza con el agni (la energía sutil del fuego). El chakra manipura es el centro de dinamismo y energía.
Este chakra también se denomina el chakra nabhi o el centro del ombligo. Se conoce como “hara” en la tradición zen. Ayuda a sublimar la energía sexual en una forma de energía más sutil llamada “ojas”.
El chakra manipura está asociado con el impulso predominante de buscar poder, atención, posición social y fama. En este nivel, el sentido del ego se cristaliza. Por tanto, la preocupación primordial del ser humano a nivel de la conciencia del chakra manipura es adquirir identidad en el mundo, poder personal, reconocimiento y fama.
En la terminología de Hridaya Yoga, este es el nivel en el que el sentimiento del “yo” se identifica con el poder, el estatus social, la posición, la fama, las ambiciones mundanas y el respeto (respeto por uno mismo y también la búsqueda de ganancias).
Características del chakra manipura:
- Ubicación: el punto desencadenante se ubica en la columna vertebral, detrás del ombligo (cerca de la cuarta vértebra lumbar). Los puntos reflejo son el plexo solar, el área que se ubica dos dedos debajo del ombligo y el ombligo.
- Tattva (el elemento): el fuego.
- Color del elemento: rojo brillante.
- Sentido: la vista.
- Órgano sensorial: los ojos.
- Órganos de acción: los pies y las piernas.
- Aspectos: poder, egocentrismo, respeto de uno mismo, autocontrol, confianza en uno mismo, dinamismo, actividad, pasión, fuerte voluntad personal, recompensa, reconocimiento, extroversión e impulso competitivo. Las personas en las que predomina este chakra tienen un fuerte sentimiento de poder. Son propensos a la actividad, tienen un fuerte sentido de acción. Intentan imponer su voluntad a otras personas y al mundo que los rodea. Pueden ver a los demás como un medio para satisfacer sus ambiciones y obtener poder personal.
- En el nivel físico, el chakra manipura gobierna el sistema digestivo y todos los órganos relacionados, como el hígado, la vesícula biliar, el bazo y el estómago.
- Los procesos clave correspondientes al chakra manipura son la desintoxicación, la digestión y el metabolismo.
- Palabras clave: control, pasión y expansión.
- Otras características: fuego interior, la energía del sol, liderazgo, influencia hipnótica, vanidad, orgullo y violencia.
Chakra anahata: el chakra del corazón
Anahata significa literalmente el centro “sin percutir”. Este nombre se refiere al hecho de que el sonido cósmico (shabda brahman) se escucha principalmente en este nivel. Este sonido comienza en el Corazón como OM, la semilla de todos los sonidos. El anahata conforma el cuarto centro energético del cuerpo humano, ubicado en el medio del pecho. Se relaciona con el elemento aire y con el Corazón, y confiere amor incondicional, desinterés, humildad, afecto y emociones transpersonales.
El chakra anahata es el asiento de la armonía, las buenas tendencias, la tolerancia, la santidad, el equilibrio y la compasión. En este nivel, ya no existe ningún apego a la seguridad, los placeres mundanos, los honores o el estatus social, ya que la fuerza motivadora es el amor. El amor incondicional amanece en el chakra anahata.
El chakra anahata expresa un punto medio, una posición unificadora entre los ámbitos mundanos de la existencia representados por los primeros tres chakras y los niveles superiores representados por los chakras ubicados por arriba de anahata. Inspira ideales nobles, hechos virtuosos y arte elevado.
Características del chakra anahata:
- Ubicación: el punto desencadenante se ubica en la columna vertebral, en el nivel medio del pecho. El punto de reflejo es el plexo cardíaco.
- Tattva (el elemento): el aire, veloz y en continuo movimiento, es el elemento que activa las vrittis (las fluctuaciones de la mente). Según la tradición yóguica, existen doce modificaciones mentales: esperanza, ansiedad, anhelo, imparcialidad, arrogancia, incompetencia, discriminación, resistencia, lujuria, fraudulencia, indecisión y arrepentimiento. Algunos autores consideran al chakra anahata el asiento de estas emociones, pero el elemento aire es, de hecho, el agente activador de estas tendencias mentales.
- Color del elemento: azul (en ocasiones se representa como el color del humo).
- Sentido: el tacto.
- Órgano sensorial: la piel.
- Órganos de acción: los brazos y manos.
- Aspectos: amor, amabilidad, dulzura, empatía, desprendimiento, tolerancia, abnegación, autosacrificio, devoción, fe y compasión. Constituye un centro de creatividad superior: el arte refinado, la música y la poesía que nos guían hacia la Verdad Universal tienen su fuente de inspiración en el cuarto chakra.
- A nivel físico, gobierna los sistemas circulatorio, respiratorio e inmunológico.
- Función especial: empatía, comprensión de vibraciones sutiles y conciencia de los sentimientos de los demás.
- Palabras clave: simpatía, armonía, devoción y entrega.
- Otras características: calidez emocional, autocontrol, entusiasmo, sinceridad y generosidad.
Chakra vishuddha: el chakra de la garganta
Vishuddha, el “centro de purificación”, es el quinto centro energético y se encuentra por arriba de la cavidad del cuello. Su nombre hace referencia a su cualidad de purificar y armonizar energías polares. Se sintoniza con el elemento éter y las energías del espacio y el tiempo. Confiere inteligencia rápida y profunda, la más alta visión estética y simbólica e intuición espiritual. Constituye el centro de pureza, armonía, paz, ideales superiores, refinamiento y elevación.
El chakra vishuddha en ocasiones se denomina bharati sthana (el “centro del habla”) debido a su ubicación en la región de la garganta y su función relacionada con la comunicación.
El chakra vishuddha también es ampliamente conocido como “el centro del néctar” porque en este nivel los “venenos” (es decir, las impurezas físicas y psicológicas) transmutan en néctar. Conforma el “horno” en el que todas las buenas y malas experiencias se transforman en pureza y dicha. Todo se vuelve néctar, se llena de dicha. Como afirmó Paramahamsa Yogananda: “No importa lo que te pase, sino lo que hagas con lo que te pase”.
Características del chakra vishuddha:
- Ubicación: el punto desencadenante se ubica en el área cervical de la columna vertebral (cerca de la cuarta vértebra cervical). El área de reflejo es el plexo carótido (en la región de la manzana de Adán y la glándula tiroidea).
- Tattva (el elemento): akasha (las energías sutiles del éter).
- Color del elemento: morado ahumado.
- Sense: el oído.
- Órgano sensorial: las orejas.
- Órgano de acción: las cuerdas vocales.
- Aspectos: pureza, intuición, armonía, receptividad superior, creatividad arquetípica, serenidad, deseo de conocimiento espiritual, tranquilidad, ideales nobles y universalidad.
- Es la sede del habla, que gobierna la expresión creativa y la comunicación, dando voz a las emociones dentro del Corazón.
- Palabras clave: elevación, experiencias sublimes, inspiración, revelaciones estéticas, espacio y tiempo.
- Otras características: delicadeza, júbilo, encanto divino, amabilidad y pureza.
Chakra ajña: el tercer ojo
El chakra ajña es el “centro de mando” (mental). Conforma el sexto centro energético del ser humano, ubicado en el medio de la frente. El ajña representa inteligencia, percepción profunda y conexión con la mente cósmica. También coordina todos los chakras ubicados debajo de él. Este chakra se denomina de esta manera ya que representa el nivel de conciencia y armonía donde es posible la comunicación directa de mente a mente entre dos personas.
Características del chakra ajña:
- Ubicación: el punto desencadenante se localiza en el centro del cerebro en la cima de la columna vertebral (en la región de la medulla oblongata y la glándula pineal). Las áreas asociadas de reflejo se ubican en medio de la frente entre las cejas.
- Tattvas (los elementos): mahat (la mente cósmica) y la buddhi (el intelecto).
- Aspectos: el centro de control y mando, el asiento del intelecto, la unidireccionalidad, el centro de la “luz del Ser” (conciencia expresada como luz pura), y el centro de sabiduría, discriminación, conocimiento directo, percepción extrasensorial, precognición, clarividencia, experiencias extracorporales y visiones místicas. Cuando este chakra se despierta, la inconstancia de la mente individual se dispersa y el significado y el sentido de los símbolos se revelan súbitamente en la percepción.
A nivel físico, el chakra ajña gobierna el funcionamiento de las glándulas pineal y pituitaria.
El chakra ajña se conoce como el centro de las siddhis (los poderes psíquicos paranormales), que incluyen la clarividencia y la telepatía. A través de la práctica del Yoga, pueden surgir varias siddhis (de acuerdo con las inclinaciones del individuo), pero no debemos apegarnos a ellas. El apego a las siddhis supone el gran obstáculo relacionado con el chakra ajña, y crea el tercer nudo (el granthi rudra, el nudo de Rudra). Este nudo puede ser perforado por el poder del vairagya (el desapego).
El chakra ajña constituye el centro de mando, lo que significa que quienes lo despiertan tienen control sobre los pensamientos, las emociones y el prana. Sus intenciones se traducen casi automáticamente en fruto y pueden enviar libremente prana a áreas específicas del cuerpo a través del poder de la mente.
El chakra ajña representa un nivel elevado de conciencia (conocido en sánscrito como el tapah loka), el nivel donde arden los vestigios de imperfección. Aquí se encuentra la “espada del discernimiento” con la que podemos arrancar todos los velos de la ilusión y la falsa identificación. Por este motivo, también se conoce como el “quemadero del karma“. En este nivel, la mente se convierte en un instrumento perfecto para la revelación de Uno Mismo. Representa el nivel de conciencia donde comenzamos a darnos cuenta de la esencia detrás de todas las cosas visibles. Cuando la mente se vuelve tan clara como un diamante, refleja su propia Fuente, el Ser, como la Conciencia Testigo. Nos convertimos en el testigo inamovible de todos los eventos, incluidos los de nuestra propia mente y cuerpo. Aunque estamos involucrados, pasiva o intensamente, en la lila (el juego de la vida), simplemente observamos.
El chakra ajña se conoce por múltiples nombres:
- Se denomina el “ojo de la intuición” debido a la agudeza y claridad de percepción que obtenemos una vez que este chakra se despierta.
- Se llama el chakra gurú porque los gurús brindan conocimientos e inspiración a sus discípulos a través de este centro, uniendo sus mentes con las de sus discípulos.
- En la tradición hindú, el chakra ajña se conoce como el chakshu divya (el “ojo divino”) o el chakshu jñana (el “ojo del conocimiento”), ya que es la puerta a través de la cual los aspirantes espirituales reciben revelaciones y conocimientos sobre la naturaleza de la Realidad.
- También se denomina el “ojo de Shiva” o, en otras palabras, el ojo de la conciencia.
- Su nombre más común es el “tercer ojo”, el ojo psíquico que se encuentra en el medio de la frente. Es el ojo que mira hacia adentro.
Sahasrara: la coronilla
Sahasrara significa “el [loto] de los mil pétalos”. Aunque algunos textos afirman que sahasrara es un chakra, no constituye un chakra sino un portal hacia la Unidad, la Realidad Suprema de Shiva. Representa el “summum bonum” de todas las energías del ser humano. Ha sido traducido como el “loto de 1000 pétalos”, que significa su integración holística, magnitud e importancia en la tradición yóguica. El sahasrara también se conoce comúnmente como el shunya (el vacío), refiriéndose a Shiva como el vacío o la trascendencia.
Según la tradición yóguica, el sahasrara se ubica en la parte superior de la cabeza, en la fontanela anterior. Representa la culminación del sadhana yóguico (la práctica espiritual). Por esta razón, también se le conoce como el “centro de la coronilla”, que se refiere no sólo al hecho de que se encuentra “ubicado” en la parte superior de la cabeza, sino también porque es la coronación de la práctica del Hatha Yoga. El yogui usa todos los medios posibles para elevar la Kundalini Shakti hacia el sahasrara y de esta manera, sobreviene el samadhi (la Conciencia Divina).
Este camino yóguico se resume muy elocuentemente en las palabras de Ramakrishna:
“¡Despierta, Madre! ¡Despierta! ¡Cuánto tiempo llevas dormida
En el loto del muladhara!
Cumple Tu función secreta, Madre:
Asciende al loto de los mil pétalos dentro de la cabeza,
Donde el poderoso Shiva tiene Su morada;
Perfora rápidamente los seis lotos
¡Y haz desaparecer mi dolor, oh Esencia de la Conciencia!”