La Conciencia Testigo

El observador interior

La ciencia no puede resolver el mayor misterio de la naturaleza. Esto se debe a que, después de un último análisis, nosotros mismos somos parte del misterio que estamos tratando de resolver”.
–Max Planck

 

La Conciencia Testigo: Conciencia Pura

La conciencia silenciosa más íntima que nos da la sensación de que la existencia existe y continúa, incluso en ausencia de pensamientos, sensaciones, emociones, etc. Este tipo de conciencia pura, libre de cualquier objeto, ha sido generalmente ignorada en las filosofías occidentales. Es el observador imparcial de pensamientos, emociones, sensaciones, el cuerpo, acciones, etc. Según la tradición advaita (no dualidad), una acción es verdaderamente consciente cuando la mente e, implícitamente, la conciencia individual (junto con todos sus filtros) se trasciende en el sentido de que no existe un observador individual, ningún objetivo personal, ninguna expectativa y ninguna referencia a la memoria o a una autoridad particular.

Las tradiciones orientales le han dado a la Conciencia Testigo un lugar muy importante. Por ejemplo, Georg Feuerstein, el gran estudioso del Yoga, afirmó lo siguiente: “Sakshin, ‘la conciencia testigo’ ha sido aclamada como el gran descubrimiento de la espiritualidad india. Más allá de los diferentes estados o niveles de conciencia se encuentra el Yo trascendental, que se caracteriza por ser el testigo (el sakshin) de todos los fenómenos psicomentales. Este testigo, […] es el descubrimiento de mayor alcance de los videntes y sabios de la India, y sin duda su mayor contribución hacia una psicología universal”.

Otro nombre para el Yo

La Conciencia del Testigo es simplemente otro nombre para el atman (el Ser Supremo). La propia definición de yoga está asociada con la noción de Testigo (u Observador, como lo denominó Patañjali en el Yogasutra):

1: 2 Yoga es el cese (el nirodha) de las fluctuaciones de la mente (el chitta).
1: 3 Entonces el Observador [es decir, la Conciencia Testigo] mora en [su] naturaleza esencial.
1: 4 En otras ocasiones, [existe] la identificación [de la Conciencia Testigo] con las fluctuaciones de la mente.

Por lo tanto, Patañjali afirmó que generalmente ignoramos el trasfondo de la Conciencia Pura y la Quietud, porque estamos constantemente perdidos en pensamientos, sensaciones y otras “fluctuaciones”. Si aprendemos cómo detenerlos, la Conciencia Testigo brillará en su pureza. Y esto es Yoga.

Patañjali también afirma que la fuente de todos nuestros dolores y sufrimientos (el karma) radica en la identificación de la Conciencia Testigo pura con nuestras percepciones, pensamientos y emociones. Como conclusión lógica, su desidentificación es la salida del sufrimiento:

2:16 Lo que puede y debe superarse es el sufrimiento futuro [el agami karma].
2:17 La identificación entre el Observador [es decir, la Conciencia Testigo] y lo Visto [es decir, la Naturaleza] es la causa de lo que debe ser superado [el dolor futuro].

Acción consciente

La Conciencia Testigo penetra una serie de capas de diversas profundidades. Cuando hablamos de una acción consciente, generalmente nos referimos a la actitud de estar consciente de esa acción en particular. Una acción es consciente únicamente cuando ya no es personal; cuando nos damos cuenta de que el trasfondo que subyace a esa acción es la conciencia infinita, el Corazón Espiritual. En realidad, el Corazón constituye la fuente esencial de cualquier acción. Una acción consciente es, entonces, una acción que surge libre de apegos y por amor, no como una estrategia para promover nuestra propia imagen personal.

Cómo cultivar la Conciencia Testigo

Para cultivar la Conciencia Testigo, podemos comenzar cultivando al observador en nuestro interior. En Hridaya Yoga, lo denominamos Actitud de atestiguamiento. Este Testigo no está en la mente, sino en el “Yo” más íntimo, el Corazón Espiritual. También cultivamos la desidentificación de la personalidad y las “historias” individuales. De esta forma, gradualmente podemos desprendernos de nuestros apegos (prejuicios, deseos, anhelos, hábitos, etc.).

La Conciencia Testigo no implica buscar aislarnos de la vida o volvernos emocionalmente inaccesibles. Por el contrario, es la expresión de la aspiración espiritual experimentada en el “corazón” de cualquier gesto, acción, asana, etc. En última instancia, en el “corazón” de cualquier acto se encuentra el Corazón Espiritual, la Conciencia Divina.

 

Aprende más acerca de la Conciencia Testigo en el Retiro Hridaya de meditación en silencio de 10 días.