La conciencia de las pausas en la respiración

Un camino para encontrar tu Verdadero Ser

Ábrete al Trasfondo de Quietud 

La conciencia de las pausas después de la inspiración y después de la espiración es un método sencillo y eficaz para aquietar la mente y abrirse al Trasfondo de la Quietud, tu Naturaleza Real.

Sin embargo, la conciencia de estas pausas no supone la realización espiritual. Esta conciencia, que es solo un elemento técnico, se trasciende naturalmente cuando se profundiza en la meditación. Llegado cierto nivel en la Meditación Hridaya, el concentrarse en la respiración puede convertirse en una limitación, una barrera que mantendrá la atención en el ámbito práctico y, de manera implícita, dirigida a la conciencia personal.

Los tres niveles de las pausas

Las pausas después de la inspiración y después de la espiración se vuelven espiritualmente eficientes solo cuando están asociadas a una conciencia específica.

Para que sea completamente claro, comprendamos las pausas en tres niveles:

  1. La pausa natural en el ciclo respiratorio (de alrededor de un segundo) y la conciencia de la misma.
  2. Los espacios entre los pensamientos (que son más propensos a aparecer durante estas pausas).
  3. La Quietud: el Trasfondo de la Conciencia Pura, tu Naturaleza Real, que se revela con mayor facilidad cuando la mente está en calma.

La conciencia de las pausas en la respiración no genera automáticamente un estado de vacío mental, pero puede ayudar a calmar la mente. Esta condición de la mente no implica necesariamente la revelación de la Quietud, del Corazón Espiritual. De cualquier manera, se puede revelar más fácilmente cuando la mente está tranquila.

Al principio, este método es altamente eficaz para aquietar y aclarar la mente. Pero eventualmente, al tener mayor experiencia meditando, se comprende que el Silencio no se encuentra solo en la mente, es la experiencia de la Realidad, de lo sagrado. Es Presencia Pura. Es Quietud.

La ecuanimidad de la energía

El elemento esencial no es la propia pausa, sino la conciencia y la actitud asociadas a ella.

Las pausas siempre existen en cada ciclo respiratorio. Al final de la espiración antes de que comience la inspiración, y al final de la inspiración antes de que comience la espiración, hay un momento de silencio. Los yoguis consideran estos descansos como momentos de ecuanimidad en los que dos energías, el vayu prana y el vayu apana, están completamente equilibrados.

Como principio general, cuando se da la armonía perfecta entre dos energías opuestas, existe la oportunidad de trascender el nivel en el que actúan esas dos energías. Por tanto, estos dos momentos tienen una cualidad especial en comparación con todas las demás fases del ciclo respiratorio. Sin embargo, el catalizador del proceso es nuestra actitud.

La entrega en la Meditación Hridaya

Las pausas no se introducen ni se asumen de forma mecánica o estrictamente técnica. Son momentos de entrega total, como si te sumergieras en lo más profundo de ti mismo o te quedaras dormido, pero siempre estando consciente, sin la pérdida de lucidez que caracteriza el estado de sueño.

La pausa es una condición energética de equilibrio que favorece la entrega

La actitud de entrega te abre hacia la realidad profunda de tu ser, el Corazón Espiritual. Por lo tanto, es más importante que la conciencia de las pausas de la respiración. Debe mantenerse continuamente durante todas las fases del ciclo respiratorio, incluso después de las pausas.